Y llegó el turno de mi pequeño, mi hijo Marcos, el pobre siempre que me ve haciendo alguna camiseta me pregunta: ¿mama es para mí?, que gracioso!!. Al pensar que camiseta le podía hacer a mi enano, sin dudarlo pensé en hacerle un dinosaurio, es increíble lo que le gustan esos bichos, le apasionan.
Me hubiera gustado acabarla antes de que la viera, pero fue imposible, me pilló cosiéndola y..., madre mía!, que llantina cogió, porque su obsesión era que se la quería poner ya, no comprendía que se la tenía que terminar.
Cada vez que se la pongo le encanta, quién me iba a decir que a mi hijo le iba a hacer tanta ilusión la ropa.
Me hubiera gustado acabarla antes de que la viera, pero fue imposible, me pilló cosiéndola y..., madre mía!, que llantina cogió, porque su obsesión era que se la quería poner ya, no comprendía que se la tenía que terminar.
Cada vez que se la pongo le encanta, quién me iba a decir que a mi hijo le iba a hacer tanta ilusión la ropa.
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