Como os podréis imaginar, en la primera persona que pensé hacerle una camiseta fué mi hija Irene. En un principio, tan pronto se me ocurrían muchos motivos como que me quedaba en blanco. Dentro de los pocos materiales que tenía se me ocurrió hacerle esta simpática tortuga que vi un día en internet, buscando dibujos para que mis hijos pudieran colorear.
Cuando ya tenía la tortuga terminada, la acompañé de un lazo a dos colores para que le hiciera juego con el color de la camiseta.
Y por último pensé que quedaría también muy bien si se la personalizaba y le bordaba a punto de cadeneta su nombre.
La segunda que le hice fue de una gusanita, esta vez el dibujo me lo inventé y la quise acompañar con unos cuantos adornos. El punto de cadeneta me gusta mucho y como me gustó la idea de añadirle una flor pensé que quedaría original si se la hacía de ganchillo.
Como tenía tela de sobra del mismo estampado entre mi abuela y yo le hicimos unas bermudas a juego y el conjunto le quedó de caramelo.
Cuando ya tenía la tortuga terminada, la acompañé de un lazo a dos colores para que le hiciera juego con el color de la camiseta.
Y por último pensé que quedaría también muy bien si se la personalizaba y le bordaba a punto de cadeneta su nombre.
La segunda que le hice fue de una gusanita, esta vez el dibujo me lo inventé y la quise acompañar con unos cuantos adornos. El punto de cadeneta me gusta mucho y como me gustó la idea de añadirle una flor pensé que quedaría original si se la hacía de ganchillo.
Como tenía tela de sobra del mismo estampado entre mi abuela y yo le hicimos unas bermudas a juego y el conjunto le quedó de caramelo.
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